El sudor es una reacción del cuerpo para bajar la temperatura de nuestro organismo, una temperatura que entre otras cosas puede subir por la práctica deportiva, pero que hace que perdamos parte de ese aproximado 60% de agua del que estamos compuestos.
Uno de los grandes errores que cometemos los que practicamos deporte es beber líquidos cuando tenemos sed, siendo este un gran error, ya que la sed que aparece durante la práctica deportiva es el primer síntoma de deshidratación.
He leído, buscando información sobre el tema, que una pérdida de líquido del 2 % del peso corporal reduce las capacidades en un 20 %, mientras que una pérdida del 4 % reduce las capacidades en un 40 a 60 %. Con estos datos podemos hacernos una idea de lo importante que es una buena hidratación, no solo para nuestra salud, sino también para nuestro rendimiento en el campo.
Según leo en natursan, para combatir la deshidratación durante un partido, lo mejor es tomar unos 200 ml. de líquido cada 15 o 20 minutos, pero hay que tener en cuenta que no todas las bebidas valen, ni siquiera las aguas, pues ahora esta muy de moda las aguas de mineralización débil, que son contraproducentes sobre todo en los ejercicios que supongan gran esfuerzo, ya que no solo se trata de recuperar líquidos, sino también nutrientes y sales minerales.
Por supuesto este problema se recrudece en verano con las altas temperaturas, por lo que además de estar bien hidratados, es recomendable utilizar prendas que transpiren bien, y protegerse la cabeza con un pañuelo o gorra si vamos a estar expuestos al sol.
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